miércoles, 16 de diciembre de 2009

Para Alfonso.


Un muchacho que desea ser sórdido y que mis escritos contengan más morbo de lo usual aunque no solo podría ser para él , quizás para alguien más que quiera saber el por qué del nombre de este blog (mi adicción cibernética), porque de buenas a primeras es coherente no querer ser de una sola persona sino de muchas tal cual partido de fútbol; algunos en el campo central y otros aguardando por ti en una banca… como una receta, sino hay ciertos ingredientes usas otros que puedan suplir el sabor …y no sé que más colocar a modo de introducción, creo que se nota no?

Ayer revoloteaba sobre mi cama, abrazada a un peluche, con el cabello enredado destilando olor a tinte y a nicotina. No podía prender la computadora así que decidí escribir a través de mi celular y no me detuve hasta llenar la poca memoria de aquel aparato. Lo que escribí entre horrores ortográficos y como para brindarle una temática mas sensual, es sobre una alcoba femenina, lo que transcurre en ella y lo que soy capaz de hacer cuando las luces se apagan . No soy muy femenina así que intentare ser una réplica vendida de algunas muchachas de adicción por el rosa y rojo. Componer a una mujer ideal que divague entre lo salvaje y tierno sin encontrar aún un punto medio, las vírgenes y las putas escoden la misma similitud; nunca pasaran de moda, solo hay que encontrar el punto medio.

Desconectare mi mente por un segundo, intentare ser alguien más intentare ser yo de verdad…escuchando I´m like a bird, ahora poseo complejo de animal aunque todos lo somos de cierto modo y carajo de nuevo me fui de la idea central, sin más preámbulos, Alfonso y compañía se que detestan leer bastante pero te lo estoy dedicando así que intenta no cerrar los ojos y toma café querido joven puritano.

Ayer conversábamos por internet, es decir, que la gente se entere no hemos establecido contacto físico, sin embargo, lo que sí puedo decir es que te complaceré desde mi alcoba hacia tu habitación espero que te agrade corazón, perdón sórdido chico. Es divertido escribir de alguien más pero ahora deberás comerte toda la sopa y no mi sopa, sino leer a fuerza todo porque al fin de cuentas lleva tu nombre

Desde mi alcoba catastrófica como la suele tildar mi madre cuando encuentra alguna ropa interior en mi cama, soy capaz de suponer que soy otra persona y transfórmala en un burdel, escribir como puta y cliente a la vez, escribir del sexo como pasatiempo y de la manera en que colocas una almohada sobre mi estómago así mi escaso trasero podría levantarse (esta parte te encantará Alfonsín). Lo hacemos tal cual pasatiempo, así como quien toma agua o cerveza, trago corto: se que eres más vulnerable y mas ofrecido entonces debo aprovecharme y cobrarte por los servicios brindados aunque no creo que sean sexuales sino psicológicos. Conversaremos sin tocarnos y hasta sin mirarnos como lo hacemos casi todas las noches, por necesidad, por perder el tiempo.

Desde mi alcoba catastrófica como la definirían unos cuantos ex enamorados puedo observar tras las cortinas a varias vecinas desnudas y pudorosas (esta parte te fascinara Alfonsín). Escribir historias y rumores de orgias con chocolate y fresas a todas horas.

Desde mi alcoba catastrófica, la tapizo y convierto en un castillo, entonces tomo el lugar de príncipe y princesa al mismo momento sin la obligación de ser hermafrodita ni bisexual. Escribir a las 2 am con las luces apagadas y por mensajes de texto guardados en borradores, porque la meretriz inspiración me embarga, y yo aficionada y masoquista escritora no la quiero dejar ir así, la muy malnacida venga y huya cuando se harte de mí

Desde mi alcoba catastrófica puedo permitirme extrañar lo ajeno y cercano, soy capaz de volar sobre tu cuerpo, sobre el mar, sobre mis anteriores amores, porque los ame en su debido momento, y lo sentí o quizás no pero el apuro se presentaba y lo dije. Volar sobre mis desnudas vecinas a través de poemas recopilados sin autor, debo guardar silencio mis padres pueden despertar pero no me importa, ahora con las luces tenues soy capaz de mandarlos a la mierda, y luego la bipolaridad que siempre presenté y en realidad se llama inmadurez hará que les pida perdón así no lo sienta.

Desde mi alcoba catastrófica puedo seguir anhelando embriagarme frente al malecón, dejarme arrastrar por las olas, sumergirme dentro de una botella y esperar a que algún pirata decente y demente desee quedarse con el contenido para siempre.
Desde mi alcoba catastrófica hablo con las almohadas y cojines, hablo sola para no sentirme sola, puedo convertirme en asesina solo de palabra y loca por costumbre.